viernes, 30 de diciembre de 2016

Jerarquía, un prólogo



En 2010 escribí sobre algo muy claro y presente en la sociedad desde hace muchos siglos, tan cimentado que realmente no hay oposición a ello, ni siquiera por parte de quienes se ocupan de mantener algo de justicia social, pues muchas veces su dedicación sólo se resuelve maquillando al gran dominio que les dosifica el sustento: la jerarquía.

En muchos aspectos de las relaciones sociales se ha observado y cuestionado los principios de superioridad-inferioridad que sostienen a las jerarquías: las dinámicas entre patrones-empleados, hombres-mujeres, adultos-niños, ciencia-saber, educado-ignorante, normal-raro, ciudad-campo, rico-pobre, señoríos-sirvientes, civilización-naturaleza, entre muchas otras, pero estas situaciones particulares mantienen, unas con más fuerzas que otras, el sistema de jerarquías.

Las personas lo saben y al mismo tiempo reniegan de ello, o buscan al menos combatir alguna de las formas de jerarquía mencionadas, con lo cual pueden sentir cierto alivio o dignidad mientras sufren y sostienen todas las demás formas de jerarquía, es decir, en su totalidad.

La explicación al respecto es sumamente sencilla, sólo se necesitan unas cuantas páginas para ello; en realidad lo complejo resulta hasta hoy liberarse de las jerarquías. Finalizando el 2016, compilo los escritos sobre el tema, donde primero se ubicará su forma de establecerse como práctica común humana, para después observar los resultados de una sociedad jerárquica.



Jerarquía

La superioridad-inferioridad es uno de los principales parámetros de la jerarquía, pero no siempre usará esta dualidad para explicarse o manifestarse, sino una serie de argumentos adecuados a las distintas situaciones donde se hace presente, a fin de “aclarar” el por qué se realiza una u otra jerarquización


Una sociedad jerárquica es la que hace de la desigualdad algo común y cotidiano. También, una sociedad jerárquica es la que mantiene a un escaso número de personas dentro de una distinción u honorabilidad que les permite enriquecerse a través del trabajo o la miseria de millones de personas. Lo señalado en estos dos párrafos, sin más preámbulo, define a las sociedades jerárquicas en este escrito. 





R. Camilo Solís Pacheco
diciembre 2016

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